Es común que exista confusión entre estos términos, si bien ambos provienen del fruto del cacaotero, son muy distintos en su proceso de elaboración y propiedades. Ambos son ingredientes utilizados para la preparación del chocolate, la diferencia radica en su origen. Mientras el cacao es de origen natural, puro y sin azúcares añadidos, la cocoa es un subproducto obtenido del cacao, que contiene conservadores y azúcares refinados.
Definimos bien ambos términos a continuación:
¿Qué es el cacao?
Cacao es el nombre común del Theobroma cacao, un árbol perenne de frutos alargados y abundantes semillas. Su origen se remonta a la civilización olmeca, que existió en Mesoamérica hace 3500 años.
Su fruto recibe el mismo nombre y se caracteriza por tener semillas recubiertas por una pulpa blanquecina y fibrosa. Las semillas se procesan en forma de polvo y se utilizan en su forma pura o como materia prima para hacer la cocoa.
Del cacao se obtiene la materia prima de otros productos que se utilizan en la industria alimenticia, como licores, cáscara de cacao, cacao en polvo, y en cosmética, para la preparación de jabones, labiales, mascarillas faciales.
¿Qué es la cocoa?
Es un producto alimenticio en forma de polvo, obtenido después de procesar el cacao. Es el resultado de la alcalinización del polvo de cacao. Se utiliza como base para la fabricación de bebidas chocolatadas, golosinas o alimentos con sabor a chocolate, o como elemento decorativo en la repostería.
No existe un origen claro, pero una de las hipótesis más aceptadas afirma que se debe a un error de pronunciación: cuando los colonos ingleses llegaron a América y descubrieron el cacao, no podían pronunciarlo correctamente. En vez de eso, les resultaba más fácil decir "cocoa", así que por mucho tiempo cacao y cocoa se utilizaron como sinónimos.
Con el transcurso de los años, se hizo una distinción entre la planta (cacao) y el polvo que se obtiene de su procesamiento (cocoa).
Aunque muchas veces se utilizan como sinónimos, el cacao y la cocoa son productos diferentes.
